¡Doblad mis amores!
Marc Vives - Performance - La Fiesta
Viernes 7 de julio, de 19 a 21h
Recorrido desde Plaza de Fray Juan Gil al Colegio Jesuita
Arévalo
La performance La fiesta es uno de los seis proyectos que integran la exposición ¡Doblad mis amores!, todos ellos concebidos específicamente para Arévalo y su contexto. La fiesta consiste en habitar diferentes espacios de la ciudad utilizando el sonido como medio de expresión, brindando así presencia y voz a estos lugares. La actividad describe un recorrido por las calles de la ciudad desde la plaza de Fray Juan Gil hasta la escuela jesuita, recinto donde se ubicará la futura sede de Collegium.
La cuestión comienza con un lugar y una hora de encuentro, la gente va llegando y el grupo va creciendo y se llena de habitantes de Arévalo y aledaños. Alguien inicia la llamada con un grito, con una melodía, con un ritmo y el resto le seguimos. La voz y la vibración va viajando de esquina a esquina evocando a la memoria de los diferentes enclaves.
En el paseo se establecen vínculos entre la arquitectura, la historia, las personas y los deseos a través de la voz, el canto, la percusión, incluso los cuerpos y la transpiración. El contagio es el elemento central de cualquier jaleo y sincroniza la excitación con las canciones y los bailes. Aparece el roce y después el abrazo.
En la escuela el jolgorio y la algarabía llegan a su zenit. Se suma nuestro presente, con las capas del pasado (de centro educativo pero también de lugar de reunión y festivo), para cargar el espacio hacia el futuro. Esta fase supone una invasión tanto del espacio como del sonido, enfatizando la presencia de las voces. El sonido es material y rellena el espacio. En este punto de la celebración ya se ha perdido la articulación de la palabra, y se convierte en una explosión del paralenguaje: ruido, voces, ademanes nos llevan a una liberación emocional, generando una unión entre todas las personas asistentes y participantes. Nadie queda fuera de La fiesta.
Preparada a partir de numerosas visitas, encuentros, talleres y conversaciones de Marc Vives con personas de Arévalo, La fiesta se plantea como una celebración construida de forma grupal. De manera caprichosa desde los comentarios, anécdotas y deseos de unas y otras, y finalmente con un grupo de personas colaboradoras de Arévalo que han participado de manera activa. Además de la dimensión física y de colectividad de la acción, con la actividad se pretende revivir tradiciones y recuperar legados de las fiestas locales, como atuendos, canciones, personajes o bebidas.
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Recorrido desde Plaza de Fray Juan Gil al Colegio Jesuita
Arévalo
La performance La fiesta es uno de los seis proyectos que integran la exposición ¡Doblad mis amores!, todos ellos concebidos específicamente para Arévalo y su contexto. La fiesta consiste en habitar diferentes espacios de la ciudad utilizando el sonido como medio de expresión, brindando así presencia y voz a estos lugares. La actividad describe un recorrido por las calles de la ciudad desde la plaza de Fray Juan Gil hasta la escuela jesuita, recinto donde se ubicará la futura sede de Collegium.
La cuestión comienza con un lugar y una hora de encuentro, la gente va llegando y el grupo va creciendo y se llena de habitantes de Arévalo y aledaños. Alguien inicia la llamada con un grito, con una melodía, con un ritmo y el resto le seguimos. La voz y la vibración va viajando de esquina a esquina evocando a la memoria de los diferentes enclaves.
En el paseo se establecen vínculos entre la arquitectura, la historia, las personas y los deseos a través de la voz, el canto, la percusión, incluso los cuerpos y la transpiración. El contagio es el elemento central de cualquier jaleo y sincroniza la excitación con las canciones y los bailes. Aparece el roce y después el abrazo.
En la escuela el jolgorio y la algarabía llegan a su zenit. Se suma nuestro presente, con las capas del pasado (de centro educativo pero también de lugar de reunión y festivo), para cargar el espacio hacia el futuro. Esta fase supone una invasión tanto del espacio como del sonido, enfatizando la presencia de las voces. El sonido es material y rellena el espacio. En este punto de la celebración ya se ha perdido la articulación de la palabra, y se convierte en una explosión del paralenguaje: ruido, voces, ademanes nos llevan a una liberación emocional, generando una unión entre todas las personas asistentes y participantes. Nadie queda fuera de La fiesta.
Preparada a partir de numerosas visitas, encuentros, talleres y conversaciones de Marc Vives con personas de Arévalo, La fiesta se plantea como una celebración construida de forma grupal. De manera caprichosa desde los comentarios, anécdotas y deseos de unas y otras, y finalmente con un grupo de personas colaboradoras de Arévalo que han participado de manera activa. Además de la dimensión física y de colectividad de la acción, con la actividad se pretende revivir tradiciones y recuperar legados de las fiestas locales, como atuendos, canciones, personajes o bebidas.
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Fotos: Roberto Ruíz
Vídeo
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